¿POR QUÉ ELEGIR NUESTRO FERMENTO, EN LUGAR DEL DENOMINADO HONGO QUE LE LLEGA A CASA?
-Al no contener levaduras, puede incorporarse a la dieta de niños, mujeres embarazadas y personas con problemas hepáticos u otras enfermedades; el que le llega a casa suele contener levaduras y producir alcohol.
-Además, el llamado “hongo” que le llega a casa se ha podido contaminar con otras bacterias -a menudo no beneficiosas-, que habitan en el frigorífico de las personas que lo han empleado, pues al cabo del tiempo, el kéfir acaba pasando por un número considerable de casas. De ahí que aconsejemos sólo unas cuatro resiembras con nuestro producto, para evitar la contaminación de su propio frigorífico, ya que buscamos las propiedades probióticas, no sólo el sabor.
-Por último, aunque las levaduras que habitan en muchos tipos de kéfir no son patógenas, pueden volverse dañinas en un organismo enfermo, con desequilibrio bacteriano, y ocasionar una infección fúngica, potenciar la cándida u otras afecciones relacionadas con los hongos.
Nuestras bacterias dan lugar a una bebida fermentada con suave sabor ácido, aumentando la acidez con el número de horas de fermentación.
Se puede emplear para fermentar leche de vaca, cabra, u oveja, siendo la de cabra la más saludable.
También fermenta bebidas vegetales, especialmente algunas marcas de bebidas de almendra, coco, soja y avena. La bebida de soja cuaja perfectamente. Las otras bebidas vegetales producen un kéfir líquido, aunque pueden espesarse, mezclándolas con soja, goma guar o almidón de tapioca. Se aconseja experimentar primero con bebida de soja, y con este kéfir hacer resiembras en otras bebidas vegetales: Ver nuestro apartado cómo hacer yogur y kéfir con bebidas vegetales
SE ACONSEJA ELABORAR CON YOGURTERA, para mantener una temperatura regular en torno a los 30 º C.
Si la temperatura de nuestra yogurtera es regulable, ajustarla a 29º o 30 º.
Si nuestra yogurtera no es regulable, para descender hasta los 30º (ya que las yogurteras suelen trabajar a 40º), retiraremos los vasitos de la misma y colocaremos botes altos (de unos 15 o 20 cm. aprox., no importa el diámetro) con su correspondiente tapa -sin enroscar-, y con un paño de cocina encima. Podemos poner también en la base de estos botes una tapa de plástico si queremos, a modo de aislante (opcional). Si medimos la temperatura con un termómetro de cocina, observaremos que, al ser más altos los botes, la temperatura desciende considerablemente. Entre los 27º y 33º C se hará bien el kéfir.
¡ENRIQUEZCA LA LECHE Y LAS BEBIDAS VEGETALES CON VITAMINAS Y ENZIMAS NATURALES! La leche y todas las bebidas vegetales han sido sometidas al proceso de UHT o pasteurización, con la pérdida de las vitaminas B1, B5, B6, B9, B12 y D por el calor. Además, las vitaminas A y E, se han podido oxidar en la elaboración. La fermentación con probióticos produce de nuevo todas las vitaminas del grupo B -incluida la B12-, y también -las bifidobacterias- las vitaminas A y K. Además, las bacterias probióticas aumentan la absorción del calcio, hierro, magnesio, manganeso, cobre y zinc y potasio, que no desaparecen tras el procesamiento de estas bebidas.
Se aconseja resembrar (verter el final de un kéfir en leche nueva y volver a fermentar) un máximo de 3 ó 4 veces, para preservar la pureza de la bacteria.
Mantener el sobre en frío y usar mejor al completo una vez abierto, para evitar que entre la humedad, se activen las bacterias y mueran por falta de alimento, o por la contaminación de agentes patógenos. En caso de querer reservar una parte del sobre, doblar muy bien, presionar con una pinza y meter en una bolsa cerrada en el frigorífico, sin tardar más de una semana en gastarlo del todo.
Es apto para veganos e intolerantes a la lactosa, pues a pesar de contener leves trazas de lactosa –por el medio en el que ha sido cultivado-, al comenzar la fermentación de una bebida vegetal, la propia bacteria consume en primer lugar estas pequeñas trazas restantes, eliminándolas del todo.
Las cepas de este cultivo, una vez activadas y en su medio de fermentación, r